Valores que se contagian en tiempos de crisis
Valores que se contagian en tiempos de crisis. La creatividad y la solidaridad son solo dos valores de los muchos que nos describen en estos momentos. La crisis del coronavirus ha movilizado en toda España a cientos de asociaciones de vecinos y organizaciones para atender las necesidades básicas. Y tampoco han faltado las iniciativas individuales: las de innumerables personas que han dedicado toda su energía, su tiempo y sus recursos a hacernos más llevadero el confinamiento. Supervecinos Los “supervecinos”, por ejemplo, surgieron para ofrecerse a hacer las compras, sacar al perro o cuidar a los niños de quienes lo requiriesen. A través de whatsapps o de una nota en la entrada de los edificios vemos muestras de empatía pura: “Hola, soy vuestro vecino Javier del 5ºD. Si alguno necesitáis algún tipo de ayuda, estoy a vuestra disposición. O si simplemente necesitáis hablar con alguien, contactad conmigo #todovaairbien.” Artes variadas Al igual que los “supervecinos”, aparecieron los entrenadores personales. Para subir los niveles de serotonina, cada día, sin falta, te espera en las diferentes redes sociales una clase de zumba o una sesión de ejercicios entretenida que puedes compartir con toda la familia. Como nos dice la actriz mexicana Bárbara de Regil: “Sonríe, hazlo sonriendo, actitud, ante todo, que nadie te apague, que nadie te quite la sonrisa”. Algunos nos volvimos profesionales del disfraz, gimnastas, gamers, decoradores de interiores, animadores, DJ´s críticos de cine, fontaneros, chefs e incluso dimos conciertos en vivo. Todo con un único fin, mantener arriba nuestro ánimo y el de los que nos rodean. Estas acciones ponen en evidencia que los valores se contagian de manera inefable y nos dan la oportunidad de volver a empezar. En este tipo de situaciones siempre reaparece y se repite por todos lados la famosa cita de John F. Kennedy: «En el idioma chino, la palabra «crisis» se compone de dos caracteres: uno representa peligro y la otra oportunidad.» En NCA vemos este tiempo en casa, además de como un cursillo acelerado de teletrabajo, como una oportunidad de jugar, crear, estar en familia, ser solidarios y, en definitiva, darlo todo en un ambiente tan familiar y cómodo como nuestros hogares.