Club Vips es uno de esos clientes que ya nació innovador. Una marca y un proyecto estratégico que nos ha dado grandes satisfacciones profesionales.
En realidad, lo inventamos nosotros cuando, en 1996, el Grupo Vips nos pidió ideas para relacionarse de un modo más estrecho con sus clientes. Nuestra propuesta fue crear el Club VIPS y una tarjeta de fidelización.
Vale, hoy en día no parece muy novedoso… ¡Pero estábamos en los 90! Más allá de los puntos de Iberia Plus o la tarjeta Turyocio, no existía nada parecido en España. Y mucho menos en el sector de la restauración. El Club VIPS supuso una revolución y tuvo un éxito brutal: 800.000 socios el primer año (y llegó a tener más de 1.250.000 socios).
Funcionaba así: cada vez que el socio consumía o compraba algo en VIPS u otro restaurante del grupo, pasaba su tarjeta y acumulaba puntos que se convertían en “EuroVips”, billetes que recibía por correo y que podía usar como dinero real en posteriores visitas. Los premios eran muy fáciles de alcanzar, generaban más negocio en el Grupo y la tarjeta, sólida y elegante, hacía que los socios se sintieran especiales, “gente VIPS” (por entonces, las tarjetas de crédito eran un símbolo de estátus). Pronto creamos las versiones Oro y Platino, y cada cierto tiempo rediseñábamos las tarjetas. Cuidábamos mucho a los socios.
El marketing directo era nuestra gran vía de contacto. Cada mes los socios recibían su extracto y sus EuroVips, además de ofertas, descuentos y promociones especiales. De darles un toque ingenioso y creativo nos encargábamos nosotros: le poníamos mucho mimo y ganas a esas pequeñas piezas, para que cada envío tuviera siempre un tono simpático y cercano, y procurábamos no “bombardearlo” en exceso. Cada comunicación era tan esperada como bien recibida. Ah, y también fuimos pioneros en el envío de emails y en el empleo del mobile marketing.
Los 2×1 del Club VIPS iban acompañados de multitud de adaptaciones a mupi, posters, manteletas, octavillas y formatos online. Los clientes eran superfieles y esperaban ansiosamente estas promociones, que solían lanzarse dos veces al año, en otoño y primavera. Y como era necesario identificarse como socio, durante muchísimos años la tarjeta del Club Vips tuvo un lugar de honor en la cartera de los madrileños. Eso es fidelizar, y lo demás tonterías.