
¿Marketing sensorial para impulsar tu marca? Tiene sentido
Cuando una marca se siente, se recuerda. Así transforma el marketing sensorial la experiencia del cliente y el vínculo con tu producto.
Cuando una marca se siente, se recuerda. Así transforma el marketing sensorial la experiencia del cliente y el vínculo con tu producto.
Recientemente conversaba con José Miguel Bernal Arencibia, prestigioso y experimentado consultor de negocios y CEO de la consultora strategik.es, acerca de la existencia de planes estratégicos en las empresas. Rápidamente me respondió, “no te puedes imaginar la cantidad de empresas medianas y, sobre todo, pequeñas que carecen de plan”. ¿Entonces que es lo que tienen? le pregunto de inmediato, pues un presupuesto a uno o varios años, lo cual podríamos decir que es un plan a ninguna parte. Además, añadió, un plan estratégico no es que sea absolutamente necesario es que ahora es urgente. Y es urgente porque estamos en una época donde los cambios se producen a una velocidad endiablada, cambios en el consumidor, tecnológicos… y las empresas que no se adapten están condenadas a desaparecer, así de claro. ¿Y las que tienen plan estratégico, cuando lo examinas en que te fijas lo primero? En lo primero que me fijo es en la visión que tienen de su negocio y expectativas para ver el posible recorrido que este modelo de negocio puede tener. En lo segundo es la ambición, es decir, la determinación para llevarla al éxito viendo los recursos que ponen en juego para asegurar un crecimiento sostenible. Posteriormente analizo su capacidad financiera, tecnológica e innovación, así como sus capacidades comerciales y de Marketing, amén de otros aspectos como equipo humano, legales, etc. En un mercado tan extremadamente competitivo, hay que hacerse notar y ponerse en valor para lo cual se requiere competentes “socios” en Marketing y comunicación, bien internos, bien externos o mixto, aunque personalmente me incluyo por los últimos. Para diseñar el Plan Estratégico, que es UNA HOJA DE RUTA de donde queremos estar a corto, medio y largo plazo, debemos contar con ayudas de consultores que con su experiencia contribuirán a diseñarlo y acompañarnos en el “viaje hacia el paraíso” que no será de rosas precisamente. En efecto, ante este escenario se hace imprescindible ya no solo sobrevivir, hay que progresar y la clave es la estrategia, es imprescindible definir y revisar el plan estratégico con una visión y determinación claras hacia dónde queremos llevar el negocio tratando de adelantarse a los nuevos escenarios, ya que sin plan estratégico no hay paraíso suele comentar frecuentemente José Miguel. Y en este plan la comunicación debe jugar un papel protagonista para dejar claro quiénes somos, que hacemos, que valor aportamos con el objetivo de generar confianza entre todos los actores del mercado. EN ESPAÑA APENAS UN 20% DE PYMES CUENTAN CON ESTA HERRAMIENTA DE GESTIÓN. Tratamos de poner de relieve la importancia para las empresas de contar con un PLAN ESTRATÉGICO ya no solo para sobrevivir si no, fundamentalmente, para tener un crecimiento sostenible que es el reto de casi todos los empresarios. Pero este punto se hace mucho más necesario en el empobrecido tejido empresarial español que cuentan con ratios cuantitativos similares al de otros países, es decir, con un 95% de pequeñas y medianas empresas (en España hay unos 3 millones de este tipo de empresas que generan el 60% del empleo). Pero la diferencia entre estas empresas españolas y las francesas e italianas p.e. es su nivel de competitividad donde la diferencia es abrumadora. Para empezar la mayoría de estas empresas foráneas es que cuentan con un PLAN ESTRATÉGICO y las españolas apenas llegan al 20% lo que las hace competir en inferioridad, y de seguir así es inminente el riesgo de desaparecer en un mercado global extremadamente competitivo. Esta situación clama por un plan nacional similar al de digitalización por aumentar el nivel de competitividad de nuestras empresas, un plan que debería, obviamente, contar con el apoyo del gobierno y organizaciones empresariales como CEOE, CEPYME, etc. Y porque no los sindicatos que deberían de estar sumamente interesados. Una acción de esta envergadura necesitaría la colaboración de empresas consultoras de negocio de las que contamos con numerosas y competitivas, tanto grandes como medianas y pequeñas, así como un considerable número de consultores independientes. La reindustrialización de España (que está en vías de desindustrialización) pasa inevitablemente por dotar a las PYMES de estos planes estratégicos para competir con sus avanzadas y competitivas rivales europeas. Si perdemos este tren habremos perdido otra vez una gran oportunidad de aumentar nuestra presencia y protagonismo no solo a nivel europeo, también mundial. Y volviendo al título de este artículo: SIN PLAN ESTRATÉGICO NO HAY PARAISO
¿Por qué ocurren las crisis de comunicación? Habrás escuchado a menudo que vivimos en un entorno VUCA, un contexto empresarial, social y económico caracterizado por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad. Sería ilusorio pensar que cualquier marca o empresa pueda desarrollar su actividad sin verse afectada, en algún momento, por esas condiciones que conforman la actualidad y que son factores de crisis potenciales de comunicación. La buena noticia es que una herramienta fundamental para prevenir, hacer frente, gestionar y superar esas crisis de comunicación es, precisamente, la propia comunicación. Las crisis, y su impacto en la comunicación, pueden surgir por diferentes motivos y tener un impacto negativo considerable en la reputación de una marca. La gestión adecuada de la comunicación es, por tanto, esencial para recuperar esa reputación pero también para evitar, en muchas ocasiones, que la propia crisis llegue a producirse o que afecte de forma directa o indirecta a la imagen de la marca. Identificar las causas de las crisis es fundamental para gestionar la comunicación de manera efectiva. Ya tengan su origen en circunstancias internas o externas a la organización, entender estas causas es un paso clave para prevenir y gestionar situaciones adversas. Factores internos que pueden generar una crisis. Los factores internos corresponden a aspectos de la estructura y las operaciones de la propia organización. Estos son algunos ejemplos de posibles desencadenantes: Conflictos laborales: desacuerdos entre empleados, o entre los empleados y la dirección, pueden generar tensiones que acaben desembocando en auténticas crisis. Decisiones comerciales y empresariales impopulares: la implementación de medidas que vayan en contra de los intereses o expectativas de los equipos de trabajo y, en último término, de su relación con los consumidores, puede provocar reacciones negativas que afecten a la imagen de la empresa. Cambios en la calidad de los suministros, aumentos injustificados de precios, nuevos modelos de relación comercial y de servicios de atención al cliente, son algunos ejemplos de este tipo de riesgos. Condiciones de trabajo: una gestión deficiente en asuntos relacionados con las condiciones laborales y el bienestar de los empleados puede traducirse en insatisfacción general, e incluso en circunstancias que ponen en entredicho la seguridad de los trabajadores, lo que fácilmente se convierte en agente de riesgo y un potencial tema de conversación pública. Factores externos y su influencia en las crisis. Por factores externos entendemos todas aquellas circunstancias que quedan fuera del control de la empresa, pero que pueden afectar de alguna manera a su reputación. Entre ellos, podemos destacar tres: Noticias negativas del sector: situaciones que involucran a varias organizaciones dentro de un mismo sector pueden impactar negativamente en la imagen de la totalidad de ese sector, e indirectamente en la percepción de una marca específica. Rumores y desinformación: la propagación de información errónea a través de redes sociales o medios de comunicación puede infligir daños considerables a la reputación de la marca. Críticas públicas: comentarios negativos de consumidores insatisfechos con la empresa, o de comunicadores con alto nivel de influencia, pueden escalar rápidamente y afectar la imagen corporativa en tiempo récord. Estrategias para prevenir una crisis de comunicación Las empresas tienen la oportunidad de implementar diversas estrategias proactivas para mitigar el riesgo de una crisis de comunicación. Generalmente, la suma de estas medidas marca la diferencia entre una gestión exitosa y una pérdida definitiva de reputación. 1. Desarrollo de un plan de crisis Un plan de crisis bien estructurado es fundamental para abordar cualquier eventualidad. Este debe estar diseñado para ser claro, ejecutable y accesible, facilitando su implementación cuando las decisiones deben tomarse con la mayor rapidez. Los elementos clave de un buen plan son: Análisis de riesgos: identificación de situaciones potenciales que podrían generar una crisis. Protocolos específicos: instrucciones claras sobre las acciones a seguir en cada una de las circunstancias de crisis. Comunicación: estrategias predefinidas de interacción con los diferentes públicos, incluyendo empleados, medios, accionistas de la compañía y consumidores. Evaluación de recursos: determinación de los recursos necesarios, tanto económicos como profesionales, para poner en marcha el plan llegado el caso. 2. Pruebas y revisión del plan de crisis Contar con un buen plan de crisis es solamente el primer paso. Es igualmente importante probarlo y revisarlo regularmente, incluyendo simulacros, ejercicios prácticos para evaluar la eficacia del plan y la capacidad de respuesta del equipo, y una actualización periódica para ajustar el contenido del plan a nuevas amenazas o cambios en la estructura organizativa. 3. Equipo de gestión de crisis El éxito en la gestión de una crisis depende en gran medida de contar con un equipo especializado. En NCA Smart siempre recomendamos a nuestros clientes una aproximación multidisciplinar en la que se integren expertos en formación de portavoces, relaciones con los medios, comunicación corporativa y consultoría estratégica. Como gabinete de comunicación experto en marcas, sabemos que la mayor parte de la solución a las crisis se realiza antes de que la crisis ocurra. Y eso se logra con una actividad continuada de comunicación transparente y veraz, con herramientas de vigilancia, y también con la composición de un equipo con sus responsabilidades y roles perfectamente delimitados y entrenados: Líder de crisis: es la persona responsable de tomar decisiones rápidas y efectivas, manteniendo la dirección en momentos críticos. Comunicación: es quien gestiona la información que se comparte tanto interna como externamente. Operaciones: coordina las acciones prácticas que debe llevar a cabo la empresa durante la crisis, de forma transversal. Relaciones públicas: facilita la comunicación con los medios y posibles comunicadores influyentes, para mantener el control del mensaje. 3. Herramientas para la gestión efectiva Contar con herramientas adecuadas es esencial para una gestión exitosa. Algunas de ellas incluyen: software de gestión de crisis para seguir el desarrollo de la situación y coordinar al equipo; plataformas de comunicación interna, y herramientas de análisis de medios. Importancia de la comunicación interna en una crisis La comunicación interna es un aspecto esencial que influye en la reputación y en el desarrollo de una empresa. Su función es facilitar la colaboración,
¿Qué es la personalización en la estrategia de marketing? Las estrategias de personalización son metodologías utilizadas en marketing para adaptar la comunicación a los distintos públicos objetivo, y para alinear las ofertas de productos y servicios con las necesidades individuales de cada tipología de consumidor. Estas estrategias se apoyan en el análisis de datos y en la segmentación precisa de audiencias y buyer-personas. En el entorno tecnológico actual, las posibilidades de personalización han elevado este factor a su máximo potencial para optimizar la relación entre las marcas y sus clientes, y su correcta implementación puede significar un punto de inflexión en los resultados del negocio impulsando áreas críticas como la mejora en las tasas de conversión o el aumento de la fidelización de la cartera de clientes. Importancia de la personalización en el marketing digital En la era digital, los consumidores viven bombardeados continuamente con información, contenidos, ofertas y opciones de compra de múltiples productos y servicios. En este contexto de alta saturación y competitividad, en el que las marcas luchan por ganarse la atención y la relevancia de unos usuarios cada vez más dispersos, la personalización se ha convertido en un elemento fundamental para destacar y merecer esa atención. La capacidad de conectar con los clientes a un nivel más personal e individual ayuda a las marcas a establecer relaciones digitales más relevantes y personales, en un mercado caracterizado por la sobreinformación masificada. Así, las empresas que implementan estrategias de personalización transforman su comunicación y su propuesta de productos o servicios en experiencias digitales únicas y relevantes. Esto se traduce en una interacción más significativa con el cliente. Y este es un aspecto clave, ya que los consumidores buscan ser reconocidos como individuos, no como datos dentro de un sistema. La personalización, por tanto, se convierte en una estrategia esencial para recuperar la calidad humana entre el ruido dominante en los espacios de interacción digital. Entre los beneficios que derivan de esta nueva perspectiva del marketing digital, y que impactan positivamente en la cuenta de resultados de las empresas, destacan los siguientes: La optimización de recursos: en lugar de invertir en enfoques generales, el presupuesto de las campañas y de la creación de contenidos se dirige a segmentos específicos que tienen una mayor probabilidad de respuesta y de retorno de la inversión. La mejora en la experiencia del usuario: una experiencia personalizada suele contribuir a una percepción más positiva de la marca. Cuando la experiencia es buena, las reseñas favorables crecen y con ellas la adquisición de nuevos clientes impulsados por las recomendaciones de los existentes. El aumento de la tasa de conversión: al presentar contenidos de comunicación, ofertas y productos adaptados a cada perfil específico de cliente, las posibilidades de conversión se incrementan. Es decir, los consumidores están más interesados en realizar una compra si esta conecta realmente con sus expectativas y circunstancias personales. La fidelización de clientes: la personalización fomenta una conexión emocional a largo plazo entre la marca y el consumidor, de modo que cuando un cliente siente que la marca entiende sus necesidades y actúa con empatía, es más propenso a volver a elegirla en su próxima decisión de compra. 1. Ejemplos de buenas estrategias de personalización La personalización no es un concepto nuevo, y muchas marcas han demostrado su efectividad a lo largo del tiempo. Algunos casos de éxito de estrategias exitosas bien conocidas son: Amazon: utiliza algoritmos avanzados para analizar el comportamiento de compra y la navegación de sus usuarios, ofreciéndoles automáticamente recomendaciones personalizadas de productos que suelen resultar en un mayor índice de ventas. Netflix: propone a cada usuario unas sugerencias de contenido que están basadas en su historial de visualizaciones. Una personalización que baraja diversos factores como los argumentos, estilos, formatos o actores, y que ha mejorado sustancialmente la fidelidad de los suscriptores de la plataforma, así como el tiempo y frecuencia de uso de la misma. Spotify: implementa técnicas de personalización ofreciendo listas de reproducción confeccionadas según los hábitos de escucha de cada usuario, sus gustos y preferencias. Con esto, no solo mejora la experiencia de consumo sino que también aumenta el sentimiento de comunidad y pertenencia entre sus suscriptores. Independientemente del sector al que pertenezca tu marca y de las capacidades tecnológicas que puedas aplicar para extraer información de tus consumidores, gestionarla y automatizar tu conversación con ellos, estos ejemplos sirven para ilustrar la importancia que tiene una auténtica cultura de la personalización en el marketing de cualquier compañía. ¿Qué necesitas para desarrollar tu estrategia de personalización? La implantación de estrategias de personalización es un proceso amplio y continuado cuando se pretende adecuar realmente la relación entre una marca y sus consumidores o públicos. Un enfoque bien estructurado puede maximizar la efectividad del proceso, impulsando la relevancia de la comunicación y mejorando la experiencia del cliente. La recopilación y análisis de datos es un factor fundamental para entender las preferencias y comportamientos de los consumidores. Sin información precisa para conocer a la perfección a tu público o públicos de interés, resulta imposible diseñar interacciones personalizadas que capten la atención de cada individuo. Las marcas pueden obtener esta información de múltiples fuentes, y algunos de los datos más relevantes incluyen: Datos demográficos: información básica como edad, género y ubicación geográfica. Comportamiento online: historial de navegación por Internet, interacciones en las redes sociales y datos de visualizaciones y clics en la web de la empresa. Historial de compras: registro de las compras anteriores, preferencias y productos más adquiridos o más visitados. Interacciones con la marca: comentarios en redes sociales, encuestas y en la relación directa con los clientes. Toda la información recopilada debe ser analizada para identificar patrones y tendencias. Esto permitirá a la marca anticiparse a las necesidades de cada tipología de clientes y adaptar sus ofertas en consecuencia. A través de herramientas de análisis, las empresas pueden crear perfiles detallados o buyer-personas que les ayuden a entender mejor a sus públicos de interés. 1. Segmentación de audiencias Dividir el público en segmentos específicos es esencial para dirigir la comunicación
¿Qué es la cultura corporativa? La cultura corporativa es el conjunto de valores, creencias y comportamientos que comparten los miembros de una organización. Influye en la identidad de la empresa, en su forma de hacer, y en la relación con sus empleados y clientes. Por esta razón, tener clara tu cultura corporativa es fundamental para garantizar la consistencia entre tu actividad, tus relaciones y tu comunicación. La cultura corporativa es, en consecuencia, una herramienta para el éxito. 1. Historia y orígenes de la cultura corporativa Las raíces del concepto de cultura corporativa se remontan a una serie de estudios realizados en el último cuarto del siglo XX, cuando se empezó a entender la importancia de los valores y las creencias en el entorno laboral. Desde 1979, estas investigaciones han evidenciado cómo una cultura común influye en la efectividad de los equipos y las organizaciones. Una conclusión que ha seguido demostrándose desde entonces, de modo que las empresas han ido paulatinamente asumiendo la cultura corporativa como uno de sus principales activos estratégicos. Las primeras teorías sobre cultura organizacional ofrecieron un marco para comprender cómo las normas y tradiciones moldean el comportamiento de los empleados. Con el avance de la globalización este enfoque ha cobrado aún más relevancia, ya que las empresas necesitan gestionar con coherencia su propia cultura en mercados cada vez más dispersos geográfica y culturalmente. 2. Cultura corporativa vs cultura organizacional Aunque estos términos suelen utilizarse de manera intercambiable, la cultura corporativa se refiere específicamente al conjunto de valores, creencias y comportamientos que son promovidos y sostenidos por una empresa en particular. Por otro lado, la cultura organizacional abarca un concepto más amplio que incluye también aspectos como la estructura, las políticas, las normas y los procesos internos. Es decir, la forma de organizarse. La cultura corporativa, por tanto, se convierte en una interpretación conceptual y en cierto modo más intangible de la cultura organizacional, pero que impacta directamente en las dinámicas que establece esta última y, en definitiva, en el éxito de la empresa. 3. Cultura corporativa y su relación con la identidad corporativa La identidad corporativa se refiere a cómo una organización o una marca desea ser percibida por sus diferentes públicos, como empleados, clientes, colaboradores y socios. La definición de esta identidad por parte de la organización se ve fuertemente influenciada por la cultura corporativa, ya que los valores compartidos y las creencias son componentes esenciales para perfilar la imagen propia y distintiva con la que una empresa deberá presentarse ante la sociedad. La identidad corporativa es una idea de percepción pretendida, que puede fomentarse a través de elementos tangibles como el logotipo, elementos de identidad visual, estilos de expresión en la comunicación de la marca hacia el exterior y hacia el interior de la compañía, y otros activos creativos. la cultura corporativa impacta en estos activos de forma clara, ya que son representaciones que emanan de la personalidad, los valores y las formas de hacer compartidas dentro de la organización. ¿Cómo se define la cultura de una empresa? Definir la cultura de una empresa implica comprender y articular los principios y valores que guían el comportamiento colectivo de sus miembros. Debemos tener en cuenta que, esté o no ya definida con claridad, la cultura corporativa siempre existe de forma natural dentro de la organización y se manifiesta de forma implícita en su día a día. Por este motivo, el proceso para realizar una definición formal de la cultura deberá comenzar con una investigación que ayude a identificar los valores fundamentales que son importantes para la organización, y que se traducen en prácticas y comportamientos observables en el entorno de trabajo. Entre los factores que influyen con mayor relevancia en la definición de la cultura corporativa de una organización están los siguientes: Los fundadores y su visión inicial, que ya establecieron una impronta cultural desde los primeros momentos. Las experiencias compartidas de los empleados, que van forjando un tejido cultural a lo largo del tiempo. Las políticas y prácticas de gestión que refuerzan ciertos comportamientos sobre otros. La combinación de estos elementos crea un contexto en el que la cultura se manifiesta de múltiples maneras, afectando a la toma de decisiones y la forma en que los empleados se relacionan entre sí y con el entorno exterior. Elementos clave de la cultura corporativa En primer lugar, los principios fundamentales son las bases éticas y filosóficas que sustentan la cultura de un equipo humano. Estos principios, esenciales para orientar las decisiones y acciones cotidianas de los empleados y de la dirección de la empresa, pueden incluir: Integridad: fomentar la honestidad y la ética en todas las interacciones. Respeto: valorar a los empleados, clientes y proveedores en todas las relaciones. Innovación: impulsar la creatividad y la mejora continua en los procesos y productos. Colaboración: promover el trabajo en equipo y la cooperación entre diferentes departamentos. En segundo lugar, las normas y creencias son aspectos fundamentales que se encuentran en el núcleo de la cultura corporativa. Estas normas pueden ser formales, como políticas y procedimientos, o informales, como comportamientos y hábitos adoptados por los empleados. Por último, los símbolos son las manifestaciones tangibles más evidentes de la cultura corporativa. Estos elementos visuales y experienciales ayudan a los empleados y a los demás públicos a conectar con los valores de la organización. El universo simbólico de la cultura puede incluir: Espacios de trabajo: la disposición física y el diseño de las oficinas, cuando se eligen conscientemente para facilitar formas concretas de colaboración y de interacción, o para representar la orientación cultural de la empresa. Logotipos y colores: los elementos visuales que deben crearse siempre con el objetivo de transmitir a través de la marca sus valores y conceptos diferenciales. Ceremonias y rituales: eventos que celebran logros y desafíos comunes, y fortalecen los lazos entre los empleados, y entre la empresa y sus diferentes públicos. Importancia de una cultura corporativa sólida Una cultura corporativa bien definida e implantada puede convertirse en una ventaja competitiva significativa. Las organizaciones que desarrollan y
Digo “casi” porque, evidentemente, hay excepciones. Algunas empresas nacieron ya bendecidas por un descubrimiento o patente exclusiva que les dio una posición dominante en el mercado, como Xerox y la fotocopiadora, Bayer y su Aspirina, o Dyson y su aspiradora sin bolsa. Pero en la mayoría de los casos, las empresas más exitosas no disponían al principio de un gran capital. Muchas empezaron en un modesto garaje, un taller o un pequeño restaurante: Apple, Amazon, IKEA, Google, McDonald… O sin ir más lejos, Inditex. No fue una gran inversión o un invento revolucionario lo que las llevó a la cima; su éxito parece estar más relacionado con su visión para descubrir una forma diferente de hacer las cosas. Toda empresa puede llegar a ser una gran empresa Airbnb convirtió viviendas corrientes en hoteles, sin tener ni una sola propiedad. Spotify permitió buscar y escuchar cualquier canción gratis con anuncios. Über hizo que cualquier persona pudiera ser taxista. IKEA comenzó a vender muebles baratos (que el comprador debía montar él mismo) y creó una nueva experiencia de cliente en tiendas que se podían recorrer y explorar tranquilamente. ¿Qué tuvieron estas empresas en común? Hacer algo que nadie había hecho antes. Innovar, pensar estratégicamente y adaptarse a lo que el público demandaba. Para crecer no les hicieron falta millones. Bastaba con buenas ideas y un plan para llevarlas a cabo. Esta decisión no solo cambió su estilo de liderazgo, sino que impulsó una mayor cohesión y claridad en sus equipos, alineándolos con los objetivos corporativos y fortaleciendo la visión compartida. ¿Y por qué muchas empresas innovadoras se estacan… o lo que es peor, desaparecen? Es cierto que muchas otras empresas se durmieron en los laureles y acabaron desapareciendo. Kodak inventó la primera cámara digital, pero la ignoró en un intento de mantener su negocio de películas fotográficas. Blockbuster se aferró a los videoclubes y terminó en quiebra. Blackberry o Nokia subestimaron los smartphones táctiles. Sears no vio venir el comercio electrónico… Son varios los motivos de estos fracasos: FALTA DE VISIÓN. El modelo de negocio triunfa al principio, pero no tiene mucho recorrido porque no se mantienen las condiciones del mercado, o el producto o servicio que ofrecen deja de aportar valor. FALTA DE PREPARACIÓN. El líder del proyecto empresarial, aun teniendo unas elevadas habilidades técnicas o comerciales, carece de preparación en otras disciplinas fundamentales como finanzas y marketing. EXCESO DE CONFIANZA. También llamado “síndrome del gigante”. Algunas empresas creen que su marca es tan fuerte que nunca dejará de tener clientes… hasta que los pierden. FALTA DE INNOVACIÓN. Los cambios del mercado (ya sean tecnológicos o sociales) son cada vez más frecuentas y más drásticos. Y quienes no son capaces de adaptarse a los cambios, no sobreviven. Las empresas que dejan de innovar tienden a desaparecer. FALTA DE UN PLAN ESTRATEGICO. Sin un plan, no hay futuro. Tener una estrategia es casi un seguro de vida para la continuidad y desarrollo de la empresa. Todo plan estratégico debe responder a estas preguntas: ¿Dónde estoy ahora? ¿Adónde quiero llegar? ¿Qué debo hacer para conseguirlo? Sin embargo, a menudo nos tropezamos con una actitud harto presente: “No necesito un plan estratégico; eso es solo para las multinacionales” Esta mentalidad es un gravísimo error. Un plan estratégico es absolutamente imprescindible para el éxito. Y, además, está al alcance de cualquier empresa. Obviamente, no es preciso acudir a las grandes consultoras; a lo largo de mi carrera he conocido medianas y pequeñas consultoras mucho menos costosas, todas con un nivel profesional excelente. Si se selecciona una consultora adaptada a los requerimientos del trabajo a efectuar, el precio no es elevado; y me atrevo a decir que los costes de un plan estratégico pueden ser el dinero mejor invertido por la empresa. Una empresa con un plan estratégico cotiza claramente al alza. Como dicen los expertos, “sin estrategia, los costes en marketing son gastos”. El mercado necesita pequeñas empresas para hacerlas grandes. Y las posibilidades de financiación sobran. ¿Será quizá que la determinación y el carácter de sus líderes no abunda tanto?
¿Qué es un plan de comunicación? El plan de comunicación es el documento que establece cómo se va a gestionar y a compartir la información durante el desarrollo de un proyecto. Su objetivo principal es garantizar que todos los grupos de interés implicados en ese proyecto estén alineados y bien informados, para facilitar su éxito. Contar con un plan de comunicación eficaz mejora la colaboración y la transparencia, dentro y fuera de la organización. Además, ayuda a prevenir malentendidos y a agilizar la gestión de crisis en situaciones difíciles. Un buen plan de comunicación establece la hoja de ruta para gestionar la información de manera adecuada y eficaz. Su diseño y ejecución son cruciales para el desarrollo de los proyectos y para el logro de sus objetivosp Tipos de planes de comunicación Si la comunicación es una herramienta esencial a lo largo y ancho de la empresa, y más allá de la misma al involucrar a colaboradores y públicos externos, es igualmente importante decidir qué enfoque adoptar al planificar esa comunicación. Un enfoque que varía según las necesidades específicas de cada ámbito en el que la información va a tener que fluir, distinguiendo así entre comunicación interna, comunicación externa y comunicación de crisis. 1. Comunicación interna La comunicación interna es la base sobre la que se construye una organización cohesionada y eficiente. Hace posible que todos los miembros del equipo trabajen alineados con los objetivos, las fases y los desafíos de cada proyecto. Para establecer una comunicación efectiva dentro de la organización, se pueden utilizar diversas herramientas tecnológicas creadas para facilitar el intercambio de información. Algunas de las más comunes son: Intranet corporativa: un espacio online exclusivo para los miembros de la organización, en el que acceder a documentos, conocimiento y actualizaciones. Correos electrónicos para comunicados formales, distribución de enlaces a contenido útil, y notificaciones relevantes. Aplicaciones de mensajería instantánea como Slack o Microsoft Teams, que permiten interacciones rápidas entre todo el equipo impulsando el trabajo colaborativo. Plataformas de gestión de proyectos en la que integrar, de forma muy visible y ordenada, la comunicación con la planificación y el seguimiento de tareas. La utilización de cada herramienta atenderá a diversos factores, como son la frecuencia de la comunicación, la urgencia del contenido que debe difundirse o la dinámica de trabajo que se haya establecido para el proyecto. También son canales de comunicación interna las reuniones presenciales para resolver dudas o debatir la evolución del proyecto, o la publicación de boletines internos resumiendo novedades, logros y cambios en la organización. 2. Comunicación externa La comunicación externa se centra en la relación de la empresa con su entorno. Para que esa relación conduzca al éxito de la organización, es crucial mantener una buena imagen pública y gestionar la percepción que los diferentes públicos de interés tienen de la empresa y de los proyectos que lleva a cabo. Las relaciones públicas son una disciplina de alto impacto para comunicar mensajes clave a los medios de comunicación y a la comunidad. Su utilización incluye: Notas de prensa que informen sobre novedades, lanzamientos o eventos. Conferencias y ruedas de prensa para interactuar directamente con los periodistas. Colaboraciones con influencers que amplifiquen el alcance de los mensajes. Por otro lado, las redes sociales son herramientas poderosas para establecer un diálogo directo con los consumidores. La conversación social permite: Responder rápidamente a inquietudes y comentarios de los consumidores. Distribuir contenido informativo, de entretenimiento y promocional. Crear y mantener una comunidad que aporta valor a la marca mediante la interacción constante. 3. Comunicación de crisis La gestión de la comunicación en situaciones de crisis es fundamental para proteger la imagen de la organización y minimizar el impacto negativo. Un enfoque previamente bien planificado puede marcar la diferencia entre mantener la reputación, o que esta quede dañada a largo plazo. La estrategia de comunicación de crisis debe incluir: Identificación de los riesgos potenciales que pueden afectar a la reputación de la organización. Asignación de un equipo de respuesta ante situaciones de crisis que esté capacitado para gestionar la comunicación. Desarrollo de mensajes claros, pertinentes y coherentes que se comunicarán a los distintos públicos. Los protocolos deben estar bien definidos para garantizar una respuesta ágil, y de ahí la importancia de una buena planificación proactiva. Estos protocolos pueden incluir: Un canal o fuente fiable de comunicación designado para la crisis, como un portavoz único. Mensajes predefinidos que puedan adaptarse según la situación. Plan de evaluación posterior a la crisis para analizar la efectividad de la gestión realizada. Elementos clave de un plan de comunicación La creación de un plan de comunicación implica la consideración de varios elementos que garantizarán su correcta implementación y el logro de los objetivos establecidos. 1. Definición de objetivos SMART Establecer objetivos claros es el primer paso fundamental en la formulación de un plan de comunicación. Estos deben ser SMART, un acrónimo que significa: Específicos: los objetivos deben ser claros y concretos evitando ambigüedades. Medibles: poder evaluar su consecución mediante métricas definidas. Alcanzables: deben ser realistas, considerando los recursos disponibles. Relevantes: que estén alineados con la misión y la visión de la organización. Temporales: se debe establecer un marco temporal para alcanzar estos objetivos. 2. Identificación del público objetivo Una comunicación empieza a ser útil cuando se dirige a los receptores adecuados. Por ello, es esencial identificar quién es el público objetivo considerando para ello diversas características demográficas y psicológicas, como: Edad, género, ubicación geográfica. Intereses y comportamientos. Relación previa con la organización. Conocer al público objetivo nos permitirá personalizar los mensajes y seleccionar los canales más efectivos para llegar a cada grupo específico. 3. Selección de canales de comunicación La elección de los canales de comunicación es fundamental para llevar nuestros mensajes a las personas adecuadas, en el momento y lugar que interesan. Qué canales utilizaremos dependerá del perfil del público al que nos dirigimos, del tipo y formato de los mensajes, y de la evaluación de la efectividad y el uso de cada canal. Esto implica: Analizar estadísticas de uso y preferencias de los diferentes canales.
¿Qué es el storytelling? El storytelling es una técnica de comunicación que se basa en la creación de narrativas cautivadoras para transmitir mensajes de forma efectiva y memorable. Su objetivo principal es conectar emocionalmente con la audiencia, lo que lo convierte en una herramienta poderosa en diversas disciplinas, especialmente en el marketing. La palabra «storytelling» proviene del inglés y significa, literalmente, «contar historias». Aunque este concepto ha existido desde tiempos ancestrales, en la actualidad se ha formalizado como una técnica que utiliza estructuras narrativas para alcanzar objetivos específicos. A menudo, los términos «storytelling» y «narrativa» se usan indistintamente, pero tienen connotaciones diferentes: Narrativa: se refiere a la forma en que se cuenta una historia, incluyendo su estructura y estilo. Storytelling: se centra en el proceso de contar una historia con el objetivo de provocar una respuesta emocional en el público. Elementos clave del storytelling Para que el storytelling sea efectivo, se deben considerar varios elementos esenciales que dan vida a la historia y cautivan al público. El mensaje: el mensaje es el núcleo de cualquier historia. Es el concepto o la idea principal que se desea transmitir al público. Sin embargo, es importante que el mensaje no opaque la historia ni se presente de forma forzada. El ambiente: el ambiente establece el contexto en el que se desarrolla la acción. Influye significativamente en la permanencia de la historia en la memoria del público. Es clave la descripción del entorno, ya que la ambientación debe ser vívida y detallada, permitiendo a los lectores visualizar los escenarios. Un ambiente bien definido hace que la historia se sienta más auténtica y cercana. El contexto, social, cultural y temporal es fundamental para la profundidad de la narración. Comprender el entorno en el que se desarrolla la historia ayuda a los lectores a conectar mejor con los personajes y sus acciones, creando una experiencia más inmersiva. Los personajes: son el motor de la historia y su complejidad y desarrollo pueden determinar el impacto de la historia. Es importante el desarrollo del personaje principal, ya que un protagonista bien desarrollado es fundamental. Debe tener metas, desafíos y una evolución a lo largo del relato. Por otro lado, el protagonista debe poseer características que lo hagan identificable y atractivo. El conflicto: es el elemento que impulsa la trama hacia adelante. Sin conflicto, las historias tienden a ser planas y poco interesantes, ya que es a través de él que se generan tensiones y expectativas. Es importante el rol del conflicto en la historia, este conflicto puede ser interno o externo e involucra los obstáculos que el protagonista debe superar. Algunos ejemplos de conflictos efectivos son: Conflictos personales: luchas internas que el personaje debe enfrentar para superarse. Conflictos interpersonales: rivalidades o dilemas morales entre personajes. Conflictos sociales: desafíos más amplios que afectan a la comunidad o al entorno del protagonista. La importancia del storytelling en el marketing El storytelling se ha convertido en una herramienta fundamental en el ámbito del marketing. A través de historias, las marcas logran establecer vínculos más profundos y efectivos con su audiencia, facilitando la conexión emocional y diferenciándose en un mercado saturado. 1. Conexión emocional con la audiencia Las historias permiten a las marcas transmitir sus valores y misión de manera impactante, creando una conexión que va más allá de la simple transacción económica. Esta conexión emocional se traduce en: Fidelidad: los consumidores tienden a sentirse más leales a las marcas que les hacen sentir algo significativo. Memorabilidad: una historia que resuena emocionalmente es más fácil de recordar que un mensaje de marketing convencional. Viralidad: las historias bien contadas a menudo se comparten más en redes sociales, ampliando su alcance y visibilidad. 2. Distinción de la competencia El uso del storytelling permite que las empresas se diferencien mediante narrativas auténticas e innovadoras. Originalidad: las historias distintivas muestran la personalidad de la marca, evitando que se confunda con la competencia. Conexión única: una narrativa que hable directamente a la audiencia puede establecer un lazo emocional exclusivo. Testimonios: incorporar relatos de clientes satisfechos añade credibilidad y atrae a nuevos consumidores. Técnicas de storytelling efectivas 1. Gráficas visuales y contenido multimedia Las imágenes, videos e infografías no solo enriquecen la narrativa, sino que también facilitan la comprensión del mensaje. Las infografías permiten resumir información compleja de forma visual y atractiva. Los videos pueden contar historias de manera dinámica, permitiendo que la audiencia se emocione y conecte más fácilmente con el contenido. Las imágenes evocan sensaciones y sentimientos, proporcionando un impacto visual inmediato que a menudo es más potente que el texto solo. 2. Uso del canal de YouTube y redes sociales Las plataformas digitales, especialmente YouTube y las redes sociales, son canales ideales para implementar el storytelling. YouTube permite la creación de series de videos donde se puede desarrollar una narrativa en capítulos, manteniendo así el interés del espectador. Las redes sociales, como Instagram o Twitter, son perfectas para contar historias breves y visualmente atractivas. El contenido participativo, donde la audiencia puede interactuar o contribuir a la historia, crea un sentido de pertenencia y compromiso con la marca. 3. La técnica de ‘mostrar, no contar’ Esta técnica es un principio clave en el storytelling que sugiere ilustrar una escena o un sentimiento en lugar de simplemente describirlo. Para ello debemos: Utilizar descripciones vívidas para que el lector o espectador pueda visualizar lo que está ocurriendo. Incorporar diálogos que reflejen las emociones de los personajes, haciendo que su experiencia sea más tangible. Crear escenas que involucren los sentidos del lector, como sonidos, olores o texturas, para enriquecer la narrativa. Aplicación en el marketing digital Marketing de contenidos: consiste en el desarrollo de narrativas que aporten valor a la audiencia y resuelvan sus problemas. Se crea una serie de contenido que sigan una historia a lo largo del tiempo, generando expectación. También se usan testimonios y estudios de casos que muestren resultados tangibles a través de relatos personales. Blogs y páginas web: podemos publicar historias de clientes satisfechos que hablen sobre su experiencia con el producto o
La ciencia de conectar con tus emociones El neuromarketing, una disciplina que fusiona el marketing y la neurociencia, está transformando la forma en que las empresas comprenden y se conectan con sus clientes. A diferencia del marketing tradicional, que se basa en datos demográficos, encuestas y estudios de mercado, el neuromarketing se adentra en el complejo mundo de las emociones y los procesos subconscientes que guían las decisiones de compra. Este enfoque innovador permite a las empresas desarrollar estrategias más efectivas y personalizadas que resuenen con las necesidades y deseos de su público objetivo. El neuromarketing busca comprender cómo el cerebro humano reacciona a diferentes estímulos de marketing, como logotipos, colores, música y mensajes publicitarios. Esta información permite a las marcas optimizar sus campañas, productos y servicios para generar una conexión más profunda con los consumidores. Características clave del neuromarketing El neuromarketing se caracteriza por su enfoque empírico e interdisciplinario, combinando conocimientos de la neurociencia, la psicología, la sociología y el marketing. Esta fusión de disciplinas permite una comprensión más completa de los mecanismos que impulsan las decisiones de compra. Algunos de los procedimientos y técnicas empleados en el neuromarketing: Escáneres cerebrales (fMRI): Permiten capturar la actividad cerebral en tiempo real mientras los consumidores están expuestos a diferentes estímulos de marketing. Mediciones de frecuencia cardíaca: proporcionan información sobre las respuestas emocionales de los consumidores ante los estímulos. Respuestas galvánicas de la piel: indican los niveles de excitación y compromiso del consumidor. Seguimiento ocular (eye tracking): revela qué elementos visuales atraen la atención del consumidor y cómo se mueve su mirada al observar un anuncio, página web o producto. Reconocimiento facial y análisis emocional: permite detectar las emociones del consumidor a través de la interpretación de sus expresiones faciales. Estas metodologías científicas permiten a las empresas obtener datos precisos y objetivos sobre las reacciones de los consumidores, yendo más allá de las percepciones conscientes. El poder de las emociones en el neuromarketing Las emociones juegan un papel fundamental en el proceso de toma de decisiones, ya que influyen en nuestras preferencias, motivaciones y acciones. Se estima que el 95% de las decisiones de compra son impulsadas por el subconsciente, donde las emociones tienen un gran peso. El neuromarketing se centra en comprender cómo las emociones afectan la elección de productos y marcas. Al identificar las emociones que se asocian con una marca o producto, las empresas pueden diseñar estrategias de marketing que generen respuestas emocionales positivas en los consumidores. Por ejemplo, la felicidad es una emoción que se asocia con experiencias positivas y puede ser evocada a través de anuncios alegres, colores vibrantes y música animada. El miedo, por otro lado, puede ser utilizado para generar una sensación de urgencia y motivar a los consumidores a actuar rápidamente, como en las campañas publicitarias que enfatizan la escasez de un producto o la exclusividad de una oferta. La confianza es una emoción esencial para construir una imagen de marca sólida y generar credibilidad, y se puede fomentar a través de mensajes que transmitan seguridad, transparencia y experiencia. Tipos de neuromarketing El neuromarketing se puede clasificar en diferentes tipos según el sentido o la experiencia sensorial que se utiliza para conectar con el consumidor: 1. Neuromarketing visual Se centra en cómo los consumidores reaccionan a los estímulos visuales, como colores, formas, imágenes y diseños. Los colores, por ejemplo, tienen un gran impacto en nuestras emociones y percepciones. El rojo se asocia con la pasión, la energía y la urgencia, mientras que el azul transmite calma, confianza y seguridad. Las formas también pueden evocar diferentes emociones. Las formas redondas se perciben como amigables y accesibles, mientras que las formas angulosas pueden transmitir fuerza, modernidad y sofisticación. EJEMPLOS Coca-Cola utiliza el color rojo vibrante en su logotipo y envases para evocar emociones de felicidad y energía. Las marcas de lujo utilizan el color negro para transmitir exclusividad y sofisticación. Los productos de belleza suelen utilizar colores pastel para crear una sensación de suavidad y delicadeza. 2. Neuromarketing auditivo Estudia cómo los sonidos y la música influyen en el comportamiento del consumidor. La música puede evocar emociones, crear atmósferas y generar recuerdos. La música alegre y animada puede aumentar el ritmo cardíaco y estimular la compra impulsiva, mientras que la música suave y relajante puede crear un ambiente tranquilo y propicio para la compra de productos de lujo. EJEMPLOS Los supermercados utilizan música ambiental para crear un ambiente agradable y animar a los clientes a pasar más tiempo en la tienda. Las marcas utilizan jingles pegadizos para que los consumidores recuerden su nombre y asocien la música con sus productos. Los restaurantes utilizan música para crear una atmósfera que se ajuste al tipo de comida y la experiencia que desean ofrecer. 1. Neuromarketing kinestésico Se basa en las experiencias sensoriales que involucran el tacto, el olfato y el gusto. Permitir que los consumidores interactúen con los productos de forma física y sensorial puede generar una conexión más profunda y memorable con la marca. EJEMPLOS Las tiendas de perfumes ofrecen muestras para que los clientes puedan probar las fragancias antes de comprar. Las tiendas de muebles permiten a los clientes sentarse en los sofás y probar las camas para que puedan experimentar la comodidad y la calidad de los productos. Las marcas de alimentos ofrecen degustaciones en supermercados para que los consumidores puedan probar los productos antes de comprarlos. Predicción de comportamientos y personalización El neuromarketing no solo se centra en comprender el comportamiento pasado del consumidor, sino que también tiene la capacidad de predecir sus acciones futuras. Al analizar datos recopilados a través de las diferentes técnicas de neuromarketing, las empresas pueden identificar patrones de comportamiento, preferencias ocultas y motivaciones subconscientes que les permiten anticiparse a las necesidades del mercado. Esta información se puede utilizar para personalizar la experiencia del cliente y ofrecer productos, servicios y mensajes de marketing que se ajusten a sus necesidades y deseos individuales. La personalización puede incluir: Ofertas personalizadas: basadas en el historial de compras y
Lee Iacocca es reconocido no solo como el «primer rockstar» de la industria automotriz, sino como una leyenda del liderazgo empresarial. Su visión de la gestión y comunicación corporativa sigue siendo una referencia que ilumina a líderes de todo tipo de industrias. Iacocca no solo lideró equipos, sino que transformó la industria automotriz desde sus cimientos, dejando a su paso enseñanzas y productos emblemáticos como el Ford Mustang y el Chrysler Voyager. Su estilo único y su habilidad para conectar con el público marcaron una época y redefinieron el rol de los líderes en las grandes empresas. Una de sus reflexiones más destacadas para quienes lideran organizaciones hoy es su cambio de enfoque en cuanto a la comunicación. Según explicó, dedicó muchos años al trabajo operativo, invirtiendo hasta el 90% de su tiempo en estos aspectos técnicos. Sin embargo, tras comprender el poder de la comunicación en su impacto personal y en su organización, Iacocca decidió invertir esa proporción, dedicando ahora el 90% de su tiempo a comunicar y solo el 10% a las tareas operativas. Esta decisión no solo cambió su estilo de liderazgo, sino que impulsó una mayor cohesión y claridad en sus equipos, alineándolos con los objetivos corporativos y fortaleciendo la visión compartida. Su etapa como presidente de Ford fue solo el inicio de su legado, pero su mayor hazaña vino al tomar las riendas de Chrysler en un momento de profunda crisis. La empresa estaba al borde de la bancarrota, y su liderazgo no solo revirtió su destino, sino que la convirtió en un símbolo de resiliencia. A través de su audaz campaña para el modelo K-Car, Iacocca se dirigió directamente a los clientes en televisión y otros medios. Su famosa frase, “If you can find a better car, buy it” (Si encuentra un coche mejor, cómprelo), no solo fue un mensaje de confianza, sino una demostración de transparencia y responsabilidad hacia los consumidores. Este enfoque cercano y directo en sus campañas fue, para muchos, una auténtica revolución en la industria publicitaria y un ejemplo de cómo un líder puede (y debe) representar personalmente los valores y el compromiso de su empresa. La lección aquí es clara: la autenticidad y la cercanía de un líder no solo inspiran a los empleados, sino que también pueden transformar la percepción pública de la marca y fortalecer la confianza de los clientes. Así, Iacocca nos deja una reflexión profunda: ¿estamos los líderes de hoy dispuestos a asumir el papel de representantes visibles de nuestras empresas? ¿Seríamos capaces de protagonizar un anuncio que refleje nuestras promesas al mercado con la misma autenticidad y seguridad? La pregunta está abierta para quienes quieran hacer de su liderazgo un modelo de inspiración y compromiso.
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